España es un lugar de contrastes, de diferentes culturas dentro de una misma nación y también de divisiones. La jota o el carnaval, Cádiz o Zaragoza, Andalucía o Aragón el enfrentamiento esta servido por obtener la candidatura a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco para el período de 2023-24.
Los gaditanos presentaron su candidatura lejos de tierras andaluzas, en la sede central del Instituto Cervantes en Madrid, a través de su alcalde, José María González, culminando un proyecto de la Universidad de Cádiz (UCA) y el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz con meses de trabajo a sus espaldas. Esta festividad gaditana dio, de esta manera, ha dado un “paso significativo” de cara al proceso de inscripción en la Lista Representativa de la Unesco. Un proyecto que ha contado con apoyos de instituciones públicas como la Junta de Andalucía, para conseguir un éxito cultural andaluz.
Otra de las candidaturas de renombre se encuentra en el polo opuesto de la geografía española, más concretamente en Aragón y es que el Consejo de Patrimonio Histórico, entidad que convoca el Ministerio de Cultura y Deporte, y que integran los directores generales de Patrimonio de todas las comunidades autónomas, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida para que la jota española se postule como candidata a la distinción otorgada por la Unesco. Una presentación de candidatura realizada en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli en Zaragoza y que cuenta con el apoyo de “15 comunidades autónomas”.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el patrimonio cultural engloba a monumentos y colecciones de objetos, pero también a las tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados. En España se albergan diecisiete bienes inmateriales reconocidos, desde El misterio de Elche al último, en 2020, Los caballos del vino.
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